Querido Profe ...
Hoy he encontrado una oportunidad para llegar a ti...
Tu que estás conmigo desde que comienza mi día y compartes
los primeros y mejores años de mi vida, caminando a mi lado, siendo testigo de
las muchas veces que he reído y llorado, cuando he caído y he logrado las metas
que me he trazado; me has visto esforzar y otras veces acomodarme quizás
dejándome llevar por tantas cosas que me ofrece el mundo y otras que me exige
la sociedad. Has estado ahí en mis momentos de luz y de oscuridad cuando me he
sentido cansada y cuando no he sabido dar respuesta a lo que me das.
Te veo cada mañana entrar al salón, caminar de un lado a
otro, sentarte, explicar, evaluar y muchas veces me pregunto, qué pasa por tu
mente? qué piensas de mí? Quisiera que no solo me enseñaras y me llenaras de
contenidos, los cuales sé que son necesarios para mi vida; desearía más conocer
lo que tu corazón muchas veces esconde por temor a mostrar tu humanidad, lo que
hay en ti, lo que piensas, lo que sientes, tantas cosas que estoy segura me
enseñarían mucho más.
No quisiera recordarte como el maestro regañón, al que le
gustaba rajar; ni tampoco como el que nos dejaba hacer lo que quisiéramos, para
ganarse nuestra aceptación; quiero recordarte como aquella persona que caminó
conmigo, del cuál mucho aprendí, porque me enseñó aplicar cada contenido con mi
realidad; ese que vio más allá de mis errores o mis buenas calificaciones y no
me rotuló nunca cuando me iba bien o cuando me iba mal; ese que se preocupó por
mí, que me preguntó muchas veces por qué no hice la tarea, si dormí bien o si
comí, si en mi casa las cosas están bien o mal... ese que más allá de limitarse
a dar una clase y calificar, se dio la oportunidad de conocerme un poco más y
con ello me enseñó a descubrirme a mí misma y aprenderme a valorar.
Ahora, que estoy en una de las etapas más difíciles de mi
vida, en la que tengo que aprender a tomar decisiones y valerme por mí misma,
te pido que no dejes de ser Mi maestro, no pienses que estoy muy grande o muy
pequeña para entenderlo, yo te necesito no como verdugo ni compinche, sino como
mi amigo , creo en todo lo que me dices muchas veces hasta más que otras
personas que también están conmigo, por eso para mi es importante tu opinión y
que de igual modo me escuches cuando quiero expresarte algo, que no digas que
ahí vengo otra vez con lo mismo, para mi es importante saber que te interesa lo
que pienso, siento y digo, que lo tienes en cuenta y lo valoras así tal y como
lo hago contigo.
Sé que muchas veces no me he comportado bien o no te presto
atención, no valoro lo que me das y hasta pienso que eres muy cansón; no dejes
nunca de exigirme que entregue de mi lo mejor, no me temas ni te prevengas, tu
eres el adulto, el que tiene el control; estoy segura que con creatividad,
responsabilidad, sabiduría, paciencia, disciplina y mucho amor, todo será
distinto y tu clase será lo mejor; me ayudas a hacer de lo más difícil lo mas
bello. Yo sentiré que he aprendido y tu experimentarás el gozo de entregarlo
todo en el salón.
Con todo esto y por sobre todas las cosas quiero que sepas
que eres muy importante para mí; que te quiero y admiro, te agradezco todo lo
que haz hecho, haces y seguirás haciendo por mí, eso nunca lo olvidaré, porque
la obra del Maestro, queda grabada para toda la vida y es lo que nos llevamos
para el resto del camino. Tu más que nadie sabes que lo que te digo es cierto,
porque también en tu vida, has tenido Maestros esos que recuerdas por el dolor
y las angustias que te causaron y a aquellos que siempre mencionas por todo lo
que con su vida te enseñaron... Gracias de todo corazón querido profesor y que
Dios te bendiga...
Tu estudiante...
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